La importancia del color en el marketing

Los colores juegan un papel fundamental en nuestro día a día. Nos rodean en nuestra vida. Los colores son capaces de generar sensaciones, percepciones y estados emocionales que pueden condicionar nuestras conductas.

El color tiene un papel importantísimo en el marketing. Es un lenguaje que comunica y conceptualiza la estrategia de una marca. Dicen que el color no es un concepto objetivo, sino una creación subjetiva. Mediante esta definición podemos entender perfectamente  el alcance e importancia que tiene el color en los procesos de marketing.

Históricamente, el color, ha sido empleado por multitud de culturas. Ha sido un vehículo de comunicación emocional del más alto nivel. El color provoca estados emocionales concretos en momentos específicos, lo que ayuda a conceptualizar la estrategia y acción de marketing.

Muchas marcas han utilizado y utilizan el color para comunicar más allá de lo específico. El color sirve para crear vínculos con el público objetivo. Es un elemento recordable, intenso y que favorece la identificación de marca o producto en un contexto concreto.

El color influye en las percepciones que no son obvias. De ahí que el efecto que tienen los colores en el marketing sea tan importante. Un efecto que la psicología del color estudia, analizando cómo determinados tonos tienen efecto en el comportamiento humano.

Impacto del color según la cultura

Los colores pueden estimular la química de nuestro cerebro y provocar estados emocionales en función de ellos. Aunque esto ocurre, el consumidor siempre mira el color de manera prospectiva según sus preferencias. La cultura y el estilo de vida tienen mucho que decir al respecto. Teniendo esto en cuenta, desde el punto de vista de marketing, debemos plantearnos cuáles son las formas en que los colores pueden influenciar.

El significado de los colores varía entre las diferentes culturas y esto, desde el punto de vista estratégico, es un factor clave. Cuando hablamos de marketing internacional, debemos tener un control total sobre este concepto. Equivocarse en el uso de un color en una cultura que lo interpreta de manera diferente a la nuestra puede ser un error fatal que marcará para siempre a la empresa en cuestión. Este gráfico es una fantástica manera de resumir la importancia de la cultura cuando hablamos del lenguaje del color.

Como ejemplo, podríamos citar que el color blanco está asociado en la cultura europea a la pureza y la pulcritud, mientras que en la cultura china está asociado a la muerte. Una gran diferencia, sin duda.

Asociación del color a una marca o producto

Al cerebro humano le gusta enfocarse en marcas que son inmediatamente reconocibles por un color. Esto mismo ocurre con los productos. Por ello, el uso del color como lenguaje es muy común en sectores como el de la alimentación o la restauración, entre otros. Todos recordamos marcas que ineludiblemente están casadas con un color específico que ejerce una exigente influencia en todo su concepto.

Veamos algunos colores y su significado en nuestra cultura (recuerda que este significado es variable en otras culturas como hemos visto antes).

• Blanco: Puede proyectar inocencia, pureza, simplicidad, claridad, sinceridad o sofisticación, por ejemplo. Es un color atemporal y se dice hace referencia al origen de las cosas.
• Negro: Uno de los colores más deseados y enigmáticos, relacionado con el poder y la elegancia. Su fortaleza puede dominar sobre la aplicación de otros colores junto a él. Está muy relacionado con lo gourmet o lo premium.
• Rojo: Su poder de captar la atención es tan positivo (por su relación con lo pasional o con el amor) como negativo, ya que también puede proyectar una sensación de peligro.
• Azul: Sin duda, uno de los colores más utilizados en el diseño de productos. Proyecta estados emocionales como confianza, seguridad y tranquilidad. Su variedad de tonalidades puede hacer variar el concepto emocional y, mientras que los tonos claros proyectan calma, los oscuros transmiten una sensación de seguridad.
• Verde: La obviedad apunta a su relación directa con la naturaleza, por lo que tradicionalmente se ha asociado a productos del ámbito bio u orgánico.
• Amarillo: Sin duda es un color atrevido y arriesgado, que se relaciona con la inteligencia, aunque también con la riqueza o la opulencia. El amarillo transmite alegría y optimismo.

Las opciones de color son infinitas y su aplicación estratégica en marcas y productos abre un impresionante abanico de posibilidades. Resulta imprescindible para todo buen profesional del marketing el maravilloso libro de Eva Heller titulado Psicología del color, un manual de gran valor en el que se describen con enorme detalle todas las aplicaciones de color con significado específico.

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